Cuatro ruedas (dos de bicicleta y otras dos de un carrito de hipermercado), algunos tornillos y varios tubos de fontanería de PVC han sido material suficiente para que dos estudiantes de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) construyan la primera silla de ruedas «low cost» del mercado. Cuesta solo 70 euros, la puedes fabricar tú mismo en casa, y se monta y desmonta en tan solo 15 minutos, lo que facilita la vida a las personas con movilidad reducida que viven en países en vías de desarrollo. Bernat Villa y Adrià Sallés, los alumnos de la Escuela Superior de Ingeniería Industrial, Aeroespacial y Audiovisual de Terrassa (ESEIAAT) de la UPC, de 23 y 24 años, respectivamente, explican que la motivación que les condujo a proyectar esta silla en su trabajo de fin de grado fue «global».
«No hemos patentado el producto ni nos queremos hacer ricos, solo queremos ayudar a la gente con movilidad reducida y pocos recursos a que tenga una herramienta para desplazarse, y enviamos la idea a cada país para que la gente se fabrique por sí misma el elemento», explica Villa.
La silla se denomina «Do it Yourself Wheelchair» -«Construye tu propia silla de ruedas»- debido a que la idea del producto es que su manual de instrucciones pueda ser exportado a cualquier país del mundo para que la gente se la pueda construir en su misma casa con los productos de proximidad de cada territorio.
El proyecto, que está pensado para que se pueda adaptar a cualquier material como el bambú o la madera, ha sido dirigido por el profesor del ESEIAAT de la UPC Tomeu Ventayol, quien propuso la idea a los dos estudiantes, informa Efe. «Les hice hacer una documentación muy profunda para no tener sólo nuestra visión parcial y hacer un estudio de viabilidad, y la idea es que la gente pueda tener, a través de la página web, todas las instrucciones de montaje al alcance», relata Ventayol.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), hay cerca de 70 millones personas en el mundo que necesitan una silla de ruedas, de las que un 15,5 % no se la pueden permitir.
Vida útil de 3 a 5 años
Con una vida útil de 3 a 5 años, la silla «low cost», que tendrá dos tallas, la estándar y la de niños, ofrece las mismas prestaciones que un modelo convencional una vez montada, como el cojín en el asiento, el reposapiés, el respaldo o las ruedas autopropulsables.
La idea cuenta con el apoyo de las fundaciones Isidre Esteve y Esport Solidari (ESI) y de Cruz Roja, y los dos estudiantes pretenden cooperar con ONG para exportar el diseño de esta silla de ruedas en los países donde trabajen.
Entre otros propósitos, los dos estudiantes plantean el proyecto con el objetivo de contribuir a la inclusión social de personas discapacitadas en países del tercer mundo, mejorar la movilidad a personas con pocos recursos y promover el uso de recursos propios para fabricar la silla.
Prueba piloto en España
Gracias a la cooperación de ESI y de la Fundación Isidre Esteve, que cuenta con el programa propio Do it yourself, ahora se iniciará una prueba piloto con una silla de ruedas de bajo coste fabricada en España y enviada a Senegal, donde una persona minusválida la podrá probar.
«Es un producto transversal abierto a todo el mundo y dinámico porque puede adaptarse a las necesidades de cada persona y entorno, así como a medidas infantiles para niños», aseguróVilla.
Las sillas de ruedas de bajo costo para el mundo en desarrollo
