Los argentinos que juegan al Powerchair, fútbol en sillas de ruedas motorizadas, tienen doble motivo para festejar este fin de año.
Además de clasificarse para el Mundial de Estados Unidos 2017, una empresa creó un simulador de realidad virtual para facilitarles los entrenamientos.
El VR Power Trainer es un simulador de realidad virtual que emula las condiciones de entrenamiento de los jugadores de este particular deporte para discapacitados, que crece rápidamente en el país.
«A los jugadores les cuesta mucho trasladarse de un lugar al otro, viven lejos y solo pueden entrenar una vez al mes. Esta herramienta puede suplir esos entrenamientos que no tienen utilizando la realidad virtual», explicó a Efe Bruno Rovagnati, director en latinoamérica de R/GA, empresa que creó el simulador.
«Uno piensa que es un juego, que son solo chicos que se juntan y le pegan a una pelota en sillas de ruedas, pero no. Esta es la selección argentina que va a competir en el Mundial del próximo año», agregó con orgullo.
Rovagnati conoció a los jugadores de la selección argentina de Powerchair porque es amigo de Mariano Zegarelli, que junto a su pareja, Lorena Lardizabal, son los fundadores de Powerchair Football Argentina, el organismo que rige el deporte en el país.
Los jugadores probaron el simulador mientras se construía y le hicieron observaciones y sugerencias a la empresa.
«Ellos nos daban consejos a nosotros. Nosotros sabíamos hacer la parte técnica, entender cómo funciona la física en un mundo en tres dimensiones, cómo integrar hardware exterior con este mundo virtual. Pero la teoría es una cosa y la práctica es otra», relató Rovagnati.
«Ellos nos venían a visitar y nos decían ‘no, la silla anda muy lento’, ‘la pelota no se siente tan pesada como se siente allá’ o ‘parece que el giro no es lo suficientemente poderoso’. Son todas variables que componen este mundo que tuvimos que modificar», detalló.
El primer simulador, y su desarrollo, es una «donación» de R/GA, que pretende que «una empresa sea dueña de la licencia» y de los costos de la fabricación de los próximos simuladores.
También están «trabajando con algunas marcas» para que sean patrocinadores del VR Power Trainer para que «cada uno de los chicos de Argentina y del mundo pueda acceder a uno».
Los simuladores emulan los entrenamientos, tienen distintos niveles de dificultad y permiten practicar el control de la silla y la pelota. Sin embargo, los desarrolladores pretenden incorporar más de un jugador en la cancha y poder recrear partidos.
Respecto al funcionamiento, Rovagnati explicó que el «engine 3D fue trabajado sobre Unity», un software que permite el modelado del ambiente en tres dimensiones.
«Después usamos Oculus Rift como plataforma de realidad virtual. Esto se mete adentro de este software y después tenemos las computadoras. Requiere mucho hardware. Son computadoras de varios miles de dólares, sobre todo en placas de vídeos porque hay que correr gráficos de alta calidad a mucha velocidad», dijo Rovagnati.
La silla del simulador se controla con mando que es una réplica al que tienen las sillas de ruedas motorizadas del Powerchair.
Valentino Zigarelli, hijo de los fundadores de Powerchair Football Argentina, es uno de los jugadores del seleccionado que utilizaron el simulador y, en diálogo con Efe, dijo que «es muy parecido al deporte real».
«Lo probé hace dos meses, está muy bueno y seguro que nos puede ayudar a mejorar. Ojalá hagan muchos simuladores así podemos entrenar más y mejor», dijo Zigarelli.