MADRID. Difundir en zonas remotas del mundo el uso de prótesis de extremidades humanas, fabricadas en 3D (tres dimensiones) y a bajo precio, es el reto de una empresa chilena que ha empezado a distribuir sus productos en países de América Latina.
La prótesis forma parte de una plataforma de telecontrol médico para la supervisión del paciente sometido a rehabilitación, explicó a Efe América Silva, fundadora de la empresa chilena TakeaHand, que desarrolla el producto.
Esta empresa emergente, que cuenta con expertos en ergonomía, biomecánica, ingeniería, biomodelado, impresión y tecnologías 3D, acaba de ser galardonada por el Gobierno israelí como una de las compañías emergentes más innovadoras del mundo.
Con tan sólo una pantalla y conexión a internet desde cualquier lugar del mundo, el usuario de la prótesis puede ser directamente asesorado por un médico en el uso del aparato, y “eso es una gran novedad en este ámbito”, precisó Silva.
El precio de esta prótesis biomecánica sin dispositivos electrónicos y que se adapta cómodamente al extremo del miembro amputado ronda los 4.000 dólares, mientras que las más vendidas actualmente en el mercado cuestan entre 15.000 y 20.000 dólares.
Los responsables de la empresa buscan socios en el mundo para extender esta solución, vendida hasta el momento en Chile, Venezuela y Costa Rica.
Con las autoridades de Málaga (ciudad de Andalucía, sur de España) han mantenido recientemente contactos con el objetivo de analizar si sería viable la implantación de esta prótesis de bajo coste en territorio español.
Actualmente, unos 30 millones de personas necesitan alguna prótesis, y la causa principal de amputación de alguna extremidad corporal es la diabetes, recuerdan los responsables de TakeaHand.
De cara al futuro, las previsiones apuntan a que, en el horizonte de 2030, se triplicarán esas necesidades.
En el caso de la prótesis de pierna de esta empresa se incluye un sistema de alineación del pie moldeable a la forma de caminar del usuario y amortiguación en el talón, para evitar lesiones de rodilla habituales con otras prótesis más rígidas, explican sus responsables.
Ya ha sido patentado el pie articulado que imita la marcha de la persona, en cuyo diseño han participado médicos, desarrolladores y el propio usuario. Aunque esta prótesis es más ligera que otras biomecánicas en el mercado, resiste pesos de hasta 150 kilogramos y el reto es superar esa cifra.
En cuanto al brazo protésico, una de sus ventajas es su cómoda activación moviendo ligeramente el hombro del mismo lado del cuerpo, mientras que otros productos biomecánicos se controlan con movimientos del hombro inverso. Su mano tiene cinco dedos con un pulgar de oposición para agarrar mejor los objetos.