Lauren Holiday, una de las jugadoras más laureadas del fútbol femenino estadounidense, ha sido operada para serle extirpado un tumor cerebral apenas un mes después de dar a luz. Retirada desde 2015 tras jugar 133 partidos y marcar 24 goles con su selección, a sus 28 años se le diagnosticó el cáncer cuando estaba embarazada y decidió alumbrar a su hija en septiembre antes de pasar por el quirófano.
Holiday jugó de centrocampista y delantera durante su carrera y pasó a la historia por el tercer gol de la selección de Estados Unidos en la final del Mundial de 2015, en Canadá, ante Japón por 5-2. Tras el torneo, colgó las botas con un exitoso palmarés que incluye dos oros olímpicos en los Juegos de 2008 y 2012.
A los ocho meses de embarazo y apenas seis semanas antes de dar a luz, se le diagnosticó un tumor benigno a raíz del entumecimiento en la cara que le producía la presión de un nervio. Su marido, Jrue Holiday, jugador de la NBA enrolado en las filas del New Orleans Pelicans, ha dejado indefinidamente la práctica del basket para cuidar de ella.
Las muestras de solidaridad hacia Lauren se han sucedido desde entonces. Compañeras y aficionados le han mostrado su apoyo luciendo muñequeras y cintas con sus iniciales y el número de su camiseta, LH12. La exjugadora ha agradecido a través de su cuenta de Twitter las muestras de solidaridad. No es el primer problema de salud que sufre. A los tres años, fue operada a corazón abierto para corregir una anomalía que no le impidió convertirse en una destacada futbolista.
La futbolista que supera un tumor y da lección de vida
