ALEMANIA. El abogado del siete veces campeón del mundo, que tampoco puede alzar los brazos, niega las positivas evoluciones físicas de las que informó la revista alemana Bunte, a la que ha demandado la familia Schumacher.
El 29 de diciembre de 2013, Michael Schumacher tuvo una caída en las pistas de esquí de Meribel. Una caída inocente de no ser por la piedra que le golpeó en la cabeza y le provocó un coma prolongado. Aquel día, el séptuple campeón del mundo de Fórmula 1 comenzó una carrera que tiene difícil ganar, sin espectadores y con muchas, muchas opiniones externas. Una de ellas fue la de una fuentes anónima que citaba la revista alemana Bunte. Esa fuente decía que el alemán podía caminar. Y, por desgracia, eso no es verdad.
“Desafortunadamente nos vemos obligados a aclarar que la afirmación hecha por un reportaje de prensa de que Michael podía moverse de nuevo no es cierta. […] Esa especulación es irresponsable, porque dada la seriedad de sus lesiones, su privacidad es muy importante. Por desgracia también les dieron falsas esperanzas a muchas personas involucradas”.
Schumacher no puede caminar, confirma su abogado
