El estadounidense Aries Merritt, campeón olímpico y poseedor del récord mundial de los 110 metros con vallas, participará en los Juegos de Río de Janeiro si es nombrado en el equipo pese a que por ser receptor de un trasplante de riñón corre un riesgo mayor que otros atletas ante el virus de Zika.
A menos de un año de su trasplante, Merritt dijo que sus médicos le sugirieron no asistir a los Juegos, que se llevarán a cabo del 5 al 21 de agosto, debido al virus transmitido por mosquitos.
«Me han preguntado muchas, muchas veces: ‘¿Has considerado no ir?'», comentó Merritt, que comenzará a competir en las pruebas olímpicas estadounidenses el viernes, en una conferencia de prensa. «No es una opción. Si estoy (en el equipo), iré», afirmó.
El velocista, a quien le dijeron que no volvería a correr tras ser diagnosticado con una enfermedad renal en el 2013, recibió un trasplante de su hermana en septiembre y debió someterse a otro procedimiento en octubre debido a complicaciones.
El virus de Zika puede causar malformaciones congénitas y ha sido relacionado con el síndrome de Guillain-Barré, un desorden neurológico que causa parálisis temporal en adultos.
Merritt, de 30 años y que ganó la medalla de bronce en el Mundial de Atletismo del año pasado celebrado en Pekín, días antes de su trasplante, está dispuesto a correr el riesgo.
Merrit, pese a su transplante de riñón y el Zika, va a Río
