La recuperación de Michael Schumacher requiere de un tratamiento médico muy costoso que ya asciende, según diversas fuentes, a 13 millones de dólares (11,5 millones de euros), un dineral para costear tanto la maquinaria médica como el cuerpo formado por 15 especialistas que se ocupan de abastecer todas las necesidades del expiloto.
El alto coste ha obligado a tomar decisiones drásticas. Así, la esposa de Michael Schumacher, Corina, ha decidido vender su cabaña al norte de Oslo, su mansión en Dubai, el jet privado del deportista y el mítico Ferrari F2000, en el que Schumacher se hizo con su tercer título mundial.
Aparte de que el tratamiento está costando un dineral, algunos patrocinadores le han dado la espalda al alemán, ya que ahora las marcas no obtienen ningún retorno con su imagen. El último sponsor en abandonar ha sido Erlinyou, firma de navegadores GPS que se unió a las bajas de Jet Set y Navyboot, que aportaban cinco millones de euros anuales a sus cuentas bancarias.
En la misma línea, las compañías Audemars Piguet y Rosbacher han reducido la suma de dinero como patrocinio. Las seis marcas que todavía patrocinan a Schumacher son: Deutsche Vermögensberatung, Mercedes-Benz, Audemars Piguet, Rosbacher, Schuberth y Hormann. Además, sigue vinculado a las escuderías de Ferrari y Mercedes-Petronas y a tres empresas familiares: Mick Schumacher, Miachel Schumacher Kart & Event Center y el rancho de su mujer, Corina, que se dedica a los rodeos y adiestramientos de caballos en Suiza y Estados Unidos a través de CS Ranch.
Esponsors dan la espalda a Schumacher
