Mensaje de Carlos Arthur Nuzman, presidente del Comité Organizador de los Juegos Rio 2016 y del Comité Olímpico de Brasil, a raíz de llegar a los 100 días previo a los Juegos Paralímpicos.
Estamos a 100 días de organizar los primeros Juegos Paralímpicos de América del Sur. Ellos son una fuente de inspiración. En cada edición, la visibilidad y el interés por los Juegos ganan más espacio.
El deporte Paralímpico es un deporte de alto rendimiento. Se trata de habilidad, talento, compromiso, dedicación, pasión, excelencia. Los atletas se convierten en ídolos y sus conquistas abren un camino de esperanza para las personas con discapacidades.
Los Juegos Paralímpicos también construyen la conciencia de que Río tiene ser cada vez más accesible e inclusiva. Del 7 al 18 de septiembre recibiremos a 4.350 atletas de 176 países. Brasil es una potencia Paralímpica.
Nuestra expectativa es oír el himno brasileño todo el día, con por lo menos un atleta del país en lo alto del podio. Estoy seguro de que la sociedad brasileña tendrá una nueva percepción sobre las personas con deficiencias después de los Juegos Rio 2016.
Nuestro programa de educación, Transforma, ya está en 11 mil escuelas por todo Brasil, difundiendo los valores Paralímpicos: igualdad, coraje, inspiración y determinación.
Más de 50 mil voluntarios están siendo entrenados para atender y trabajar con personas con discapacidad. Eso será un legado para Río y para la sociedad brasileña. Los Juegos Paralímpicos son para todos.
Son conocidos como los Juegos de la familia. Un día equivale a un proceso de educación que, muchas veces, puede tomar una vida entera construir. Por eso es una experiencia que no puede ser explicada, debe ir a presenciarla. Brasil recibe los Juegos en el momento correcto.
Estoy seguro de que los Juegos Rio 2016 son una buena noticia para el país entero. Son los Juegos brasileños. Deporte y educación nos llevan a un futuro de inclusión social y de fe en nuestra capacidad de transformación. Tengo la certeza de que los Juegos dejarán un legado amplio y tangible, no sólo en el campo deportivo, sino también de transformación urbana, progreso humano, económico e ambiental.