Cada curso, Isidre Esteve, granito de arena en granito de arena, ha creado su propio desierto, uno lleno de fuerza, esperanza, alegría, positivismo e insistencia. Porque si algo tiene Isidre, son todos esos elementos, que le ayudan a plantearse un nuevo reto este año en los desiertos de Arabia Saudí, del 5 al 17 de enero.
Isidre, que finalizó en la 21ª posición en las dos últimas ediciones del Dakar, se plantea ahora el reto de finalizar dentro del Top-15, después de las mejoras introducidas en su coche, sobre todo en las suspensiones y levantando 5 centímetros el coche del suelo para poder mejorar su rendimiento en arena, una superficie en la que se correrá el 70% de la carrera saudí.
“El coche ha ido evolucionando, hemos trabajado mucho en el tema de suspensiones y como queríamos los reglajes de alturas de coche. Lo probamos a inicios de septiembre en Francia y nos gustó mucho. Y luego, el ir a Marruecos nos permitía ver si los cambios nos iban a funcionar y si realmente éramos competitivos. Ver dónde íbamos a estar en relación a los rivales”, expresó el catalán en relación de un Rally de Marruecos en el que logró solventar unos problemas iniciales para demostrar posteriormente su gran ritmo, finalizando 12º en la general. Aquella fue su confirmación.
“Creemos que podemos estar en el Top-15 al final del rally. En la salida hay 30 equipos y coches mejores que nosotros pero hay que hacer una gestión de los 15 días de carrera, Saber donde podemos correr o no cuanto riesgo podemos tomar. Podemos estar ahí. Vamos a luchar por estar entre los 15 primeros y es una posición factible para nosotros”, comentó con total seguridad y confianza Isidre, basándose en la fortaleza que puede alcanzar con su constancia de carrera día tras día.
En ese sentido, Esteve destacó la importancia de que el recorrido de Arabia Saudí haga que este Dakar sea parecido a los que corrió en moto en África, en los que la navegación será absolutamente clave. Para ello, contará de nuevo a su lado con su gran amigo Txema Villalobos.
“Txema ha realizado un trabajo extraordinario. La confianza que nos da poder estar en un mismo proyecto de forma continua y en las carreras de mas nivel nos da fuerza y el ritmo extra para poder estar ahí. Todo el equipo está preparado para cumplir con este objetivo. Estamos lo más arriba que podemos llegar”, finalizaba Isidre, destacando que su coche ya está al máximo nivel del segundo escalón del Dakar, cerca de los equipos Top pero sin poder llegar a estar al más alto nivel, el de los equipos de fábrica oficiales. Pero vista la progresión de los últimos años, el de Oliana sabe que con un cambio de coche en un futuro y un paso más al frente, podrá estar peleando por un ‘touareg de bronce’ soñado.
“El futuro está ahí. El trabajo que hemos hecho nos hace pensar que podemos llegar hacia arriba. No voy a parar hasta llegar un coche de estos. Creo realmente que lo que hice en motos en su momento con Repsol lo podemos volver a hacer. No sé cuando va a ser, pero va a ser y no vamos a parar hasta que así sea”. Palabra de Isidre. Y atención porque cuando avisa, suele cumplir.