El presidente del Comité Paralímpico Internacional (CPI), el brasileño Andrew Parsons, reclamó este martes consignas claras sobre la participación de deportistas rusos en los Juegos Paralímpicos de Tokio-2020, añadiendo que era «repulsivo» que las autoridades hayan aparentemente falsificado muestras dopantes.
En una entrevista con la AFP, Parsons declaró que espera que Rusia apele la decisión tomada el lunes por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) de excluir al país durante cuatro años de los grandes eventos deportivos mundiales, por haber falsificado los datos de un laboratorio.
En virtud de las sanciones, los deportistas rusos siempre estarán autorizados a participar en los Juegos Olímpicos y Paralímpicos, pero solo bajo bandera neutra y si pueden probar que no formaron parte de lo que la AMA considera un sistema de dopaje financiado por el Estado ruso.
«A fin de cuentas, se tratará de una decisión del TAS (Tribunal Arbitral del Deporte) y tendremos que actuar entonces, pero habrá que esperar cuatro meses antes de los Juegos, por lo que tendremos que actuar rápidamente», declaró Parsons.
«Dependerá mucho de la decisión. Lo que queremos es que la decisión sea clara en el sentido de que habrá un camino claro sobre cuál será la participación de los deportistas rusos, llegado el caso», apuntó.
El CPI suspendió al Comité Paralímpico Ruso en vísperas de los Juegos de Rio y no levantó la sanción hasta el pasado febrero, fijando criterios claros para su participación.»Por supuesto, saber que las autoridades falsificaron datos es repulsivo y dejan caer a nuestros deportistas».
Anteriormente, el CPI tenía el poder de decisión sobre prohibiciones, pero las pautas han cambiado, lo que significa que el organismo seguirá a partir de ahora todas las recomendaciones de la AMA luego de una potencial apelación de Rusia.
«Por supuesto, saber que las autoridades falsificaron datos es repulsivo y dejan caer a nuestros deportistas», dijo Parsons.
Los documentos publicados el lunes demuestran que la AMA cree que las «eliminaciones y modificaciones» de los datos sobre el dopaje en Rusia «han afectado gravemente a la capacidad de perseguir a 145 de los 298 deportistas» implicados en los controles antidopaje sospechosos entre 2011 y 2015.
Las severas sanciones impuestas a las autoridades del Estado ruso prevén igualmente que los representantes del Gobierno no puedan asistir a ningún gran evento, mientras que el país perderá el derecho de organizar competiciones, así como de presentar candidaturas.