El Load Management (Gestión de carga, política de descansos) se ha convertido en uno de los protagonistas de este inicio de temporada con Kawhi Leonard como máximo exponente. Los Angeles Clippers están siguiendo una táctica que ya usaron los Toronto Raptors el año pasado. El alero no está al 100%, arrastra problemas físicos de su lesión de cuádriceps en su última etapa en San Antonio, una dolencia que no ha acabado de desaparecer, y se pierde unos cuantos partidos. La pasada campaña fueron 22 y esta ya se ha quedado sin jugar 5 de los 15 que han disputado hasta ahora los Clippers.
Se ha convertido en un tema de conversación habitual y en una pregunta que aparece con cierta asiduidad en las entrevistas a jugadores y técnicos. El último en contestarla ha sido Derrick Rose a la NBC de Chicago, la ciudad en la que lo fue todo. «Era un momento diferente en el mundo del deporte. Ahora tenemos el término load management. No creo que lo hubiera llevado tan lejos como Kawhi, en la medida en que realmente estén siendo cautelosos con su lesión o lo que sea que tenga. Pero si la gestión de carga hubiera existido, ¿quién sabe? Probablemente todavía estaría en los Chicago Bulls», explicaba el base.
Derrick Rose es el MVP más joven de la historia (21 años). Lo ganó en 2011 en una temporada espectacular con los Bulls y en lo que parecía el inicio de la carrera de un jugador destinado a estar entre los mejores de siempre. Poco menos de un año después todo saltaba por los aires al romperse el ligamento de su rodilla. Las siguientes temporadas las pasó más tiempo lesionado que jugando y en los últimos meses, cuando por fin ha vuelto a sentirse jugador, apenas quedan destellos de lo que una vez fue.
¿Se puede hacer una relación directa entre el poco descanso que tuvo Rose en sus primeros años y sus graves lesiones? Es evidente que no, igual que es evidente que era un jugador que se dejaba todo en cada jugada. Puestos a encontrar culpables se puede mirar a muchos sitios. En sus declaraciones hace referencia al diferente momento que le tocó vivir en cuanto a los descansos programados, pero en ese sentido quizá haya que girar la vista hacia su banquillo y no hacia la época. Tom Thibadeau era el entrenador de aquellos Bulls y es por todos conocido su gusto por tener en cancha a sus mejores jugadores el mayor tiempo posible, así como unos métodos de entrenamiento bastante duros.
Al final aquellas lesiones no es culpa de nada ni nadie en concreto y, al mismo tiempo, todos tienen su parte de culpa. Lo que sí es más que probable es que sin los problemas físicos que cortaron su progresión, Derrick Rose siguiera jugando en Chicago en estos momentos y quién sabe si con algún anillo ya en la mano.