El año pasado Jez Green, fisioterapeuta de Murray y Zverev, declaraba que el “cuerpo humano no está hecho para correr lateralmente durante tres horas, apoyando fuerte en un laso y en otro y cambiando de ritmo. Los ligamentos se dañan gravemente. Lo mismo es cierto para los hombros y las muñecas, que tienen que amortiguar servicios a más de 200 kilómetros a la hora con efecto”. Hay también quien sitúa la causa de tantas lesiones en el cordaje o las condiciones de las pistas. Todo esto unido al elevado número de competiciones que disputan los tenistas cada temporada, reduciendo drásticamente el tiempo de recuperación, parecen estar detrás de esta epidemia de lesiones.
Pero, ¿cuáles son estas lesiones? El doctor José Tabuenca, jefe de Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, nos habla de las más frecuentes tanto en los tenistas profesionales como en los aficionados, cómo tratarlas y, sobre todo, qué podemos hacer para prevenirlas.
Las articulaciones, las que más sufren
Una de las lesiones más conocidas en el mundo del tenis es el codo del tenista, que afecta en mayor medida a los aficionados, ya que la causa es un déficit de fuerza en el antebrazo. Lo curioso de esta lesión es que la mayoría de los deportistas que la padecen no experimentan dolor de codo, sino en el cuello, por lo que hay que tener especial cuidado si empezamos a notar molestia en esta zona. “Con frecuencia el codo de tenista guarda relación con un defecto en la técnica de golpeo o es debido al cambio de modelo de raqueta. En estos casos es fundamental corregir los defectos técnicos y elegir bien el grip”, nos aconseja el Dr. Tabuenca.
Los movimientos de rotación, hiperextensión y flexión del tronco que se realizan durante la práctica del tenis demandan que la musculatura del tronco del tenista sea capaz de soportar estos movimientos continuos y exagerados. Es a la hora de sacar y rematar cuando más sufren los hombros, otro de los puntos más frágiles de los tenistas. La microinestabilidad, la subluxación o las lesiones de SLAP son las lesiones más comunes que se ven en circuito profesional y en los tenistas aficionados y que deben ser tratadas a tiempo por un especialista antes de agravarse. “En estos casos el tenista refiere dolor, pero también que algo falla en el movimiento de su hombro, que parece que se quiere salir”, explica el Dr. Tabuenca.
La muñeca, uno de los últimos quebraderos de cabeza de Nadal esta temporada, es otra de las articulaciones que más sufren durante la práctica del tenis. Especialmente recurrentes en la mano dominante, las lesiones pueden afectar a ligamentos, huesos, nervios y tendones, siendo estos últimos los más perjudicados. La gravedad de la lesión determina el tratamiento que se recomienda, desde reposo, hielo, muñequera semirrígida, vendajes funcionales hasta antiinflamatorios y en casos más graves, infiltraciones o tratamiento quirúrgico, si hubiera rotura.
La elección de una buena raqueta es clave
Además de las articulaciones, hay otras partes del cuerpo, como la espalda, que se resienten durante la práctica de este deporte. Como comenta el Dr. Tabuenca, “los desplazamientos laterales son muy comunes en tenis y requieren arrancadas con gran potencia y paradas bruscas que tampoco ayudan a la espalda de los jugadores”, y es especialmente la zona lumbar la que más se ve afectada.
Y, ¿qué podemos hacer para evitar estas lesiones? Lo más importante es elegir bien el equipo con la que vamos a jugar y cuidar aspectos como la tensión del cordaje o el grip. Así lo explica el Dr. Tabuenca: “Es fundamental la prevención escogiendo la raqueta con el tamaño apropiado de agarre, tensión adecuada y enseñar y entrenar una técnica correcta”. Además, trabajar para corregir los defectos técnicos que vayamos desarrollando en nuestro juego es una tarea que tenemos que llevar a cabo si queremos prevenir estos problemas.
Uno de los aspectos sobre los que más se está hablando últimamente es el cuidado del suelo pélvico durante la realización de ejercicio y, en contra de lo que se cree, no es un asunto exclusivo de las mujeres. El tenis se encuentra dentro del grupo de deporte de riesgo para el suelo pélvico, junto al running o el esquí y por ello, el Dr. Tabuenca nos recomienda “contrarrestar este daño con un fortalecimiento de la musculatura del suelo pélvico realizando los conocidos ejercicios de Kegel”. Estos ejercicios nos ayudarán a cuidar esta parte de nuestro cuerpo y evitar problemas en un futuro que nos pueden llevar incluso a tener que abandonar el ejercicio físico.