Gracias a la iniciativa de un entrenador de fútbol que perdió cerca del 80 por ciento de su visión y legalmente quedó ciego, acaba de ser creada en Miami una academia de fútbol para invidentes.
El bonaerense Marcelo Landau, artífice de la propuesta, detalló que la escuela ofrecerá, de manera gratuita, sesiones de instrucción para la práctica de fútbol destinadas a invidentes de cualquier edad.
“Estoy muy entusiasmado con esta iniciativa”, dijo Landau a el Nuevo Herald. “Para mí es importante esta escuela porque así los muchachos tienen la oportunidad de desarrollarse, relacionarse con otras personas, sentirse útiles, y a través de un deporte de equipo ser valorados de forma conjunta”.
Landau, quien dirigió por 17 años el programa de fútbol de la Ciudad de Doral, dijo que la nueva escuela de fútbol para invidentes surgió tras una charla motivacional dirigida a jóvenes ciegos, que ofreció hace un par de años en Miami Lighthouse, un centro de ayuda para personas con discapacidades visuales.
“Ellos me contaron que no tenían mayor actividad física y les prometí que me esforzaría por hacer realidad una escuela de fútbol para ciegos”, dijo Landau. “De ahí me contacté con Susie Castillo, representante del Distrito 5 de la Junta Escolar de Miami-Dade, para averiguar si existía algún programa de actividades fisicas para ciegos en las escuelas y si no lo había, quería saber cómo identificar a los niños y niñas invidentes de nuestra comunidad, y contactar a sus padres” .
Hace siete años Landau sufrió un infarto en el nervio óptico izquierdo, y en abril del 2018, otro infarto en el ojo derecho. Lo atendieron en el Hospital Bascom Palmer, especializado en oftalmología, donde le dijeron que se trataba de un mal incurable. En el verano de ese mismo año, durante la Copa Mundial de Fútbol en Rusia, Landau viajó a Moscú acompañado de su hijo para obtener una segunda opinión de un especialista del Hospital Fyodorov, reconocido centro de tratamiento oftalmológico.
“Tras regresar de Rusia, empecé a ir al Miami Light House, donde aprendí a moverme con un bastón. Allí me pidieron dar una charla motivacional a jóvenes invidentes”, dijo Landau. “Charlando me di cuenta que los chicos no realizaban mayor actividad física. Ahí me di cuenta que crear una escuela de fútbol para ciegos sería de gran ayuda para nuestra comunidad”.
Con el apoyo de su pareja, María Eugenia Quevedo, Landau empezó a gestionar el nacimiento de su propuesta, la cual bautizó como Warriors. Tras múltiples gestiones, la escuela abrió sus puertas en la popular Calle Ocho, en el límite de La Pequeña Habana y Brickell, en Miami, donde actualmente acude una veintena de jóvenes invidentes de diversos vecindarios del condado. El proyecto apunta a expandirse a Doral, comunidad en la que reside poco más de un centenar de escolares invidentes. Solo en el Distrito 5 se identificó a 139 escolares ciegos o de baja visión.
Emely Bejarano, pinareña de 15 años, es una de las jóvenes con baja visión que ya se integró a la escuela de fútbol creada por Landau. Bejarano migró hace ocho años de Cuba, y fue diagnosticada con el síndrome de Wolfram, una atrofia que provoca la degeneración del nervio óptico.
“Me agrada venir a jugar”, dijo Bejarano tras un entrenamiento vespertino guiado por Landau el miércoles. “Así me entretengo practicando deporte al aire libre”.
Otro jugador que también se ha sumado a la escuela es Marnel Jean, de 18 años y residente de North Miami.
“Me siento genial jugando fútbol”, dijo Jean, quien aspira a seguir estudios universitarios en una escuela de leyes. “Es muy divertido”.
Landau agradeció el apoyo de Kevin Brousard, y a laUnited States Association of Blind Athletes (Asociación Nacional de Atletas Ciegos de Estados Unidos) por facilitar las pelotas para esta práctica deportiva. Las mismas cuentan con cascabeles internos, cuyo sonido orienta a los jugadores.
Landau también expresó su agradecimiento a Susie Castillo, representante del Distrito 5 de la Junta Escolar, la cual comprende Doral, Miami Springs, parte de Hialeah y de Sweatwater.
Castillo destacó el esfuerzo de Landau para sacar adelante la escuela de fútbol para ciegos.
“Es maravilloso ver a alguien como Marcelo, quien también sufre dificultades de visión, convierta una desgracia en algo tan hermoso en nuestra comunidad”, dijo Castillo. “El programa deportivo para niños con discapacidades visuales aborda no sólo las necesidades físicas de todos los estudiantes, también crea una comunidad de apoyo para estos estudiantes y sus familias”.
Landau enfatizó también el respaldo de Juventus Academy, club que ha facilitado sus canchas en Doral y Miami para desarrollar los programas de fútbol para ciegos. Las canchas habilitadas con césped sintético se encuentran totalmente cercadas con mallas metálicas y con tablas de madera en los bordes inferiores, que provocan un mayor ruido de en cada rebote de pelota, lo que permite a los jugadores invidentes orientarse mejor.
“Tengo mucha esperanza en esta iniciativa por el apoyo que he encontrado”, dijo Landau. “Mi deseo es que muchos niños, niñas y adultos puedan participar en este programa y extenderlo a través de toda la Florida y en el futuro poder replicarlo en todos los estados del pais”.