«¿Por qué no te vas al campeonato gallego de kárate?». La sugerencia partió de su psicóloga, fue reforzada por muchas de sus compañeras y, casi sin querer, fructificó meses después en el oro europeo de para-kárate en la modalidad de kata con discapacidad visual. Cristy Tojo Velasco, compostelana de 32 años, regresaba el pasado lunes de Guadalajara con el primer metal colgado del cuello. Había sido la primera para-karateca gallega representando al equipo español en el campeonato absoluto y volvía con el mayor premio debajo el brazo tras batir en la final a la deportista estona y superar en su grupo a la representante rusa, bronce en el mundial del año pasado. «Desbancarla fue lo realmente difícil», dice Tojo Velasco a ABC.
Su historia con el kárate empezó pronto, cuando los médicos recomendaron esta práctica deportiva como aliado para mejorar su profundidad visual. «Empecé con ocho años. Soy ciega del ojo derecho desde que nací. Los médicos nos aconsejaron empezar en kárate por el tema de coordinar mejor las distancias y el equilibrio, porque como no tenemos profundidad de campo la verdad es que es muy difícil hacer una vida un poco normal. El kárate me fue dando todos los reflejos y todo lo necesario para poder desarrollarme con soltura», cuenta Cristy Tojo en conversación con este diario.
Hace once años dejó la competición, pero no la disciplina. «Me dediqué al arbitraje y a otras cositas», sobre todo, dice, a la docencia a través del centro deportivo de kárate, yoga y pilates que dirige en Santiago —«soy autónoma, y el club me ha dado unas alegrías muy grandes», relata—. Pero en los últimos años la competición regresó a su vida para rescatarla en un momento complicado. «Yo vengo de una época muy difícil de mi vida. Hace dos años que murió mi abuela, que era la persona que me crió. Caí en una depresión, y bueno, realmente el día a día era muy difícil para mí, salir de la cama… No tenía motivación en ningún aspecto en mi vida. La propia psicóloga, y mis amigas, lo plantearon: ‘Oye, ¿por qué no haces esto?’. Y funcionó: el kárate ha sido terapia pura», explica la karateca compostelana.
Visiblizar la diversidad
Su victoria en Guadalajara le da derecho a una plaza en el mundial de Dubai en 2020, pero la ausencia de asignación económica aparejada a medalla no garantiza su presencia en los Emiratos Árabes. «La Federación española será la que tenga la última palabra; no sé cómo estará de presupuesto para llevarnos, pero sí, teóricamente, yo tendría que estar en Dubai», admite Tojo Velasco. «A nivel deportivo, el para-kárate no está subvencionado, no tenemos patrocinios. Es verdad que lo que yo buscaba en este europeo más que una medalla es visibilizar a la gente que tenemos diversidades, y poder dar a conocer que podemos hacer deporte, que podemos hacerlo bien, y que podemos llegar también a lo más alto», señala.