La ciclista paralímpica Hannah Dines (25) reveló una complicación que sufren las deportistas de su área. Es que la joven tuvo que someterse a dos operaciones de vulva, ya que sufrió diversos daños por el asiento de su bicicleta, ya que no está adaptado para la anatomía femenina.
La escocesa afirmó que por años tuvo una presión constante al inclinarse hacia adelante en la silla. Esto provocó que se generara una “gran hinchazón” en un lado de su genital. A raíz de esto, la deportista cuestionó que las mujeres sólo pueden sentarse al medio de la silla, mientras que los hombres pueden acomodarse y mover sus genitales.
Hannah nació en Glasgow con una parálisis cerebral. Al inicio de su carrera deportiva competía como corredora, pero fue en 2013 cuando descubrió que su verdadera pasión era la bicicleta de tres ruedas. En esta área llegó a ocupar el cuarto puesto en el Campeonato Mundial de Carrera de Paraciclismo en 2015 y un año después obtuvo el quinto lugar en su categoría en los Juegos Paralímpicos de Río.
Pese a sus logros, su cuerpo ha sido afectado, específicamente en sus genitales. Ha tenido infecciones, llagas, ampollas, heridas abiertas y pelos encarnados.
Es más, sus molestias y el constante roce provocaron que desarrollara un lipoma, un tumor de tejido grasoso que tuvo a un lado de su vulva. Las molestias aparecieron hace un par de años, pero durante el 2018 fueron mas serias y derivó a que en febrero de este año se operara dos veces.
Según consigna Daily Mail, la joven indicó que el mayor problema es que los asientos de las bicicletas son diseñados para hombres y adaptados para mujeres. Por lo mismo, cuestionó que en esta área las deportistas no son tomadas en serio.
“Tener vagina ya significa mucho dolor, y una ciclista se le sumará más dolor a ese sufrimiento“, indicó Hannah.
No obstante, su caso no es el único dentro de este deporte. El medio inglés expone que se ha registrado un aumento de demanda en cirugías para remover partes de la vulva, con el fin de hacer esta disciplina más cómoda a las mujeres.