Las piernas del guepardo en forma de J han sido inspiración para desarrollos biomecánicos de varias partes del mundo. Una de ellas es la de la atleta, actriz y activista estadounidense Aimee Mullins, quien hoy cuenta con 12 pares de prótesis de piernas y cinco alturas diferentes. Su apuesta luego de superar su situación de discapacidad es redefinir lo que el cuerpo puede ser.
En Colombia aún no se está en ese nivel de tecnología ni de poder tener tantas al tiempo: algunas personas si acaso pueden llegar a conseguir una. Y esto es difícil, porque según la International campaign to band landmines, compañía que mide cuántas minas hay en el mundo, en 2016 Colombia se situó en el sexto lugar de países con mayor número de víctimas, cuando llegó a ocupar incluso el segundo puesto después de Afganistán, que todavía encabeza la lista.
Apenas se comienza a llenar el rezago que se presenta en comparación con otros países. Según
Para ayudar a enmendar este problema que se agrava a veces con la diabetes (pues en ciertos casos produce amputaciones), Andrés Torres Velásquez, especialista en ingeniería biomédica e investigador de la Universidad CES, trabaja junto a su equipo para buscar métodos novedosos de abordar este problema.
“Actualmente –dice–, en los pacientes que han sufrido algún tipo de amputación del miembro inferior, la comodidad y la seguridad son elementos esenciales que facilitan no solo la recuperación funcional y psicológica sino también la adecuada integración a la sociedad”.
El propósito de las prótesis de fibra de carbono es imitar la acción de la articulación anatómica del pie o tobillo de los corredores y ayudar a compensar la fisiología limitada del usuario.
Al correr, la curva J de la prótesis se comprime en el impacto, almacenando energía y absorbiendo niveles de estrés que de otro modo serían absorbidos por el tobillo, rodilla, cadera y parte baja de la espalda. Al final de la fase la J vuelve a su forma original, liberando la energía almacenada y propulsando al atleta hacia adelante.
El investigador antioqueño señala que una mala prótesis puede provocar un intenso dolor o en el peor de los casos, que sangre el muñón. Esta situación a la larga provoca que quien la usa entre en desesperación por no poder caminar.
Un ejemplo
La deportista samaria de 36 años, Lida Castro, sufrió una amputación de su pierna derecha, después de que le fuera diagnosticado cáncer en el fémur. Desde entonces, los médicos le indicaron usar una prótesis a la que nunca pudo adaptarse, por lo que optó por el uso de muletas.
Luego de conocer que en la Universidad EIA se tenían ciertos desarrollos en materia de prótesis, a mediados de 2017 vino hasta Medellín para contactarse con los investigadores de la institución y tres meses después, durante la maratón de diseño de dispositivos biomédicos para personas con discapacidad del evento TOM, celebrado el pasado octubre, el equipo liderado por el profesor Torres, desarrolló una prótesis que le permite a Lida desempeñar con mayor seguridad sus movimientos en la práctica del levantamiento de pesas.
De ponérsele a Lida una convencional, esta fallaría por no estar hecha para las exigencias deportivas, dice Torres. “La desarrollada con el equipo de TOM la puede utilizar sin temor a fracturar alguna parte de la prótesis, porque está hecha de materiales compuestos como fibra de carbono y aluminio de alta resistencia”, agrega.
En el Campeonato Nacional de Levantamiento de Pesas para Personas con Discapacidad, Lida obtuvo medalla de plata al levantar 45 kilos, su nueva marca personal. Además, con el uso de este producto de apoyo, el pasado diciembre logró completar el recorrido de cinco kilómetros de la competición atlética 5k Fuerza Danny, a beneficio de la Fundación Daniel Barragán, en su natal Santa Marta .