JOE BIDEN Y KAMALA HARRIS COMPARTEN CON LOS MEJORES DE LAS GRANDES LIGAS

WASHINGTON —  El presidente Joe Biden elogió la capacidad del deporte para curar las heridas y unir a un país en un momento de crisis, al recibir en la Casa Blanca a los Dodgers de Los Ángeles, campeones de la Serie Mundial.

Los Dodgers, que conquistaron el cetro en octubre al imponerse sobre los Rays de Tampa Bay, son el primer equipo que acude a la Casa Blanca desde que sobrevino la pandemia y el primero desde que Biden asumió el cargo.

“Pienso que lo que descubrimos es que necesitamos el deporte más de lo que nos habíamos dado cuenta”, dijo Biden, quien elogió el béisbol como un símbolo de la normalidad “durante uno de los años más desafiantes” en la historia de la nación.Anuncio

El mandatario resaltó que los Dodgers son “mucho más que un club de beisbol.

“Son un pilar de la cultura estadounidense”, afirmó Biden, quien elogió también el equipo por utilizar su estadio como un centro de vacunación masiva contra el COVID-19.

La ceremonia marcó el paso más reciente de la Casa Blanca hacia la reanudación de los grandes eventos presenciales, en momentos en que busca dar realce a la forma en que el país ha resurgido de la pandemia.

Más de 50 miembros del equipo asistieron al acto en el Salón Este de la residencia oficial, así como varios conocidos políticos vinculados con California, como la vicepresidenta Kamala Harris, el líder republicano de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, y el alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti.

Biden se cercioró de que el encuentro transcurriera con buen humor. Comentó que no enfatizaría en el hecho de que Harris es seguidora de los Gigantes de San Francisco, rivales acérrimos de los Dodgers.

Asimismo, contó anécdotas sobre su propio desempeño en un juego de béisbol entre miembros del Congreso. Estrelló una pelota contra la barda, algo que, según dijo, emocionó a sus hijos más que cualquiera de sus logros en la política.

Clayton Kershaw, pitcher de los Dodgers que se perfila como miembro del Salón de la Fama, entregó a Biden lo que se ha convertido en un obsequio tradicional: Un jersey que lleva en la espalda el apellido del presidente y el número 46.

Biden, el 46to presidente en la historia de Estados Unidos, dijo que recibir la prenda mostraría que era “un hombre valiente”, pues corría el riesgo de disgustar a la primera dama Jill Biden, fanática de los Filis de Filadelfia.

El relevista Joe Kelly asistió al encuentro enfundado en una chaqueta de mariachi. El domingo, mientras los Dodgers realizaban el calentamiento para el juego, un grupo de música tradicional mexicana acudió al parque para amenizar la sesión.

Kelly pidió a uno de los músicos intercambiar la chaqueta por su jersey. Aunque el trompetista se negó inicialmente, acudió al día siguiente para hacer el trueque.

La alegre ceremonia del viernes se asemejó en muy poco a los encuentros planteados o realizados durante la administración de Donald Trump. Algunos campeones, como los Warriors de Golden State o los Eagles de Filadelfia, prefirieron no acudir. Otros, como los Patriots de Nueva Inglaterra y los Medias Rojas de Boston, enviaron delegaciones limitadas.