Thais Herrera hizo historia cuando alcanzó la cima del Monte Everest, la cúspide más elevad del planeta, convirtiéndose en la primera mujer quisqueyana y la tercera persona nacida en este país que logra el punto más alto.
Herrera es un ejemplo de que cuando se hacen las cosas bien, se consiguen los resultados deseados… y de que manera.
Oradora motivacional de carrera, hace años que Herrera ha venido llamando la atención del deporte dominicano, específicamente del alpinismo.
Ha subido al Pico Duarte algunas quinientas veces en la última década, pero también ha escalado las principales cimas de todo el mundo, concluyendo con el Everest, el reto de todo alpinista.
De hablar pausado, pero con palabras firmes y una determinación inquebrantable, Herrera puso bien en alto la bandera dominicana.
La travesía fue complicada, pero la atleta superó todos los obstáculos posibles, desde tener que cerrar su empresa -sustento de sus hijos y de su familia- durante tres meses para lanzarse al reto hasta tomar préstamos personales para pagar más adelante con los ingresos de los patrocinadores.
Pero también Thais envía un mensaje muy claro a todas las mujeres dominicanas, un ejemplo de que el trabajo sí cuenta y vale… más de lo que se pueden imaginar.
Para un padre de dos adolescentes, como yo, considero que Herrera es un gran ejemplo de mujer dominicana para Diana y Elisa, y le agradezco mucho por lo que demuestra.
Habrá que ver cuál será la próxima montaña de Thais, la cual de seguro podrá superar como lo ha hecho en tantas ocasiones.