Joel Embiid parece, dado su rendimiento, dejar atrás sus problemas de rodilla, pero no gana para contratiempos, ya que trascendió que arrastra una leve parálisis.
El jugador reconoció que se sintió «bastante molesto«, que padeció sequedad en los ojos y en algunos momentos tuvo la visión borrosa.
La parálisis de Bell, que así se llama la afección que sufre el jugador camerunés, consiste en una parálisis facial de carácter temporal que podría acompañar a Embiid durante semanas o meses, pese a que ya está siguiendo un tratamiento para la misma.
El jugador, con gafas de sol, explicó su problema.